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Cubierta de PAPERS GRISOS 34. CARNET D'AVENTURES (Stygrit) De Ponent 2012

PAPERS GRISOS 34. CARNET D'AVENTURES (Stygrit) De Ponent, 2012

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Colección Papers Grisos nº 34.

Texto de la introducción:

Al principio, las páginas en blanco me esperaban con sigilo, futoras huellas de un universo escondido, de un viaje a alguna parte incierta de mi memoria. (... leer texto completo en Descripción).

Libro nuevo, sin uso, procedente de descatalogaciones, saldos editoriales y restos de stock.

Estado de Conservación: 5/5 (Muy Bueno). Ver más detalles en Descripción.

Edicions de Ponent, Onil, Alicante, 2012.
Rustica (Tapa blanda). 15X13,8 cm. (Base x Altura x Grosor).
136 págs. mas cubiertas. Blanco y negro.
ISBN13: 9788496730915.
Deposito Legal: DL A. 734-2012.
REF: LF2008310015
2,95 €
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PAPERS GRISOS 34. CARNET D'AVENTURES (Stygrit) De Ponent, 2012

Edicions de Ponent, Onil, Alicante, 2012.

136 páginas más cubiertas. Blanco y negro.
Encuadernación: Rustica.
Dimensiones (Base x Altura x Grosor): 15X13,8 cm.

Deposito Legal: A. 734-2012.
ISBN13: 9788496730915.

RESUMEN

Colección Papers Grisos nº 34.

Texto de la introducción:

Al principio, las páginas en blanco me esperaban con sigilo, futoras huellas de un universo escondido, de un viaje a alguna parte incierta de mi memoria. Porque las imágenes se conciben con manchas de memoria. Siempre.

La libreta, esta libreta, virgen y bella a la vez, me aterrorizaba por su inconfundible silencio. El silencio es perfección, y perturbarlo con líneas, incluso si son de tinta, puede llegar a transformar su límpida organización en un caos sin sentido. Así que lo primero que tenía que hacer era pensar antes de actuar. Pensar y esperar el momento idóneo para franquear el precipicio de mis miedos y empezar a caminar por el borde de esta frontera de lo invisible, de este sendero arisco que nos empuja hacia delante, siempre más allá, lejos de aquí y de ahora.

Hoy que todo ha acabado, es irónico recordar que cuando empecé esta primera libreta, mi meta no era para nada clara. Ni idea. Nada de nada. Estaba sentado delante de mi mesa de dibujo, encadenado a mis dudas y al miedo de romper este vacío absoluto. ¿Cuál iba a ser la próxima línea, mi conducta frente a lo incierto?

La memoria suele ser traicionera. Me cuesta recordar porque decidí que esta libreta iba a ser de viaje, testimonio mudo de peregrinaciones futuras, y que a partir de este mismo momento, no iba a necesitar nunca más la ayuda de mi mesa de dibujo y del silencio acogedor de mi espacio de trabajo. Tenía esperanzas de la nada, en esta estepa de paginas blancas gue atraía la tinta negra desde las mismísimas profundidades de mis sentimientos. Por fin, me había decidido a romper mis cadenas y libreta en mano, empezar mi viaje hacia la libertad.

Porque de eso se trata. De libertad. Una libreta de viaje suele ser el testimonio de unos momentos álgidos, elegidos con la misión de ayudar a nuestra memoria a visualizar un lugar, unas personas, recordar olores o simplemente emociones.

Dibujar sin ataduras es ser libre y atado a la vez. No puede haber ayuda ninguna ya que la tinta tiene que fluir libremente, aunque atada a unos automatismos inherentes que hacen parte de nuestra memoria visual y de nuestros propios recursos gráficos. Los códigos del dibujo automático suelen recurrir a un cierto tipo de honestidad, por lo menos en el primer momento, cuando nace del azar nuestro mundo de imágenes.

Ilustraciones tras ilustraciones, me di cuenta que lo más difícil era no repetirme en mis interpretaciones, intentar rechazar la facilidad cuando me sentía seguro, buscar el miedo para poder mejor derrotarlo.

Por eso, al mirar mi libreta de viaje, las ilustraciones contienen errores que intentan ser corregidas en las siguientes interpretaciones. Además, el espacio temporal de su realización no es para nada lineal. Sufre de largas interrupciones. Durante largos meses, la libreta ha sido totalmente olvidada por mis lápices. Otras veces, una euforia gráfica me obligó a realizar varias imágenes casi seguidas. De hecho, los lugares no tenían importancia, sólo importaba el momento.

A primera vista, esta sucesión de ilustraciones no parece tener conexión alguna. Pero al volver a estudiarlas detenidamente, me he dado cuenta que un mismo tipo de energía las une a todas, creando un curioso vinculo invisible, una historia que iba a ser distinta para cada persona. Este fabuloso viaje, que en un principio iba a ser sólo mío, al llegar a su conclusión se había hecho íntimo de cada uno de sus lectores.

Lo que no sabía era que, al acabar Mi libreta de viaje, me iba a transmutar en su lector, un caminante más en vagar en busca de sus misterios.

Hay que suponer que la belleza no tiene final, que tras cada imagen nos espera otra nueva, distinta, y que para descubrirla, sólo hay que pasar al otro lado del espejo, ese ojo mágico que lo refleja todo y nos cuenta de nuevo nuestra propia historia.

Nunca me he perdido entre mis líneas, aunque tampoco he conseguido encontrarme del todo, porque siempre queda algo por descubrir.

Stygryt, Dardenac, el martes 15 de diciembre 2011.

ESTADO DE CONSERVACIÓN: 5/5 (Nuevo/Muy Bueno). (Desplegar para ver más detalles)

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