ALIEN COLLEGE 1 2 3. COMPLETA (Jordi Bayarri / Victor Santos) 7 Monos, 2000

Editorial: 7 Monos

Escribe una reseña

CATEGORÍAS: COMICS (5532) / Comic Español (728)

AUTORES:

Victor Santos
(11 items)

¡OFERTA!

Estado de Conservación: 5/5 (Muy Bueno). Ver más detalles en Descripción.

7 Monos, Valencia, 2000.
Cuaderno grapado (Comic) (Tapa blanda). 17x25,5x0,4 cm. (Base x Altura x Grosor).
24+24+24 págs. mas cubiertas. Blanco y negro.
REF: LF2205120008

Peso: 210 gramos.

4,95 €

Impuestos incluidos Envío 24-48h

PAGO SEGURO

Tus datos se envían protegidos mediante cifrado SSL.

ENVIO GRATIS A PARTIR DE 45€ DE COMPRA.

Paquete certificado 48/72 h. (sólo Península)

ALIEN COLLEGE 1 2 3. COMPLETA (Jordi Bayarri / Victor Santos) 7 Monos, 2000

7 Monos, Valencia, 2000.

24+24+24 páginas más cubiertas. Blanco y negro.
Encuadernación: Cuaderno grapado (Comic).
Dimensiones (Base x Altura x Grosor): 17x25,5x0,4 cm.
Peso: 210 gramos.

RESUMEN

Colección completa, con los tres números editados de ALIEN COLLEGE, por Jordi Bayarri y Víctor Santos. Los dos primeros números son tipo flip-book, con una historieta diferente según el lado por el que se comienza a leer el cómic, con ALIEN COLLEGE por un lado, guionizado y dibujado por Jordi Bayarri, y VENUS ADVENTURES por el otro lado, con guión de Jordi Bayarri y dibujos de Victor Santos.

¡El cole no es como recordabas!

Era una noche clara y estrellada. La luna lena arrojaba una suave pero intensa luz sobre los prados y bosques que rodeaban el Colegio para Señoritas de Santa Clara. De pronto, una forma bajó de cielo, recortando su silueta circular contra el cielo tachonado de estrellas. En silencio y lentamente, se aproximó al suelo y de su parte inferior se desplegaron tres grandes patas articuladas. La nave se posó sobre la hierba.

Un luz se encendió en algún punto de su brillante y pulido casco, seguida de una gran nube de vapor, y de una rampa que se deslizó hasta tocar el suelo. De la oscuridad del interior del objeto salieron varios guerreros beecham, ataviados con su acostumbrada armadura de combate y su lanzador de rayos táser reglamentario, y tomaron posiciones junto a su nave. Sabían que algo los vigilaba.

Entonces empezó el tiroteo. De la oscuridad de los árboles y matorrales que rodeaban el prado donde había aterrizado la nave, salían cientos de balas disparadas con gran precisión por misteriosos atacantes. Los aliens intentaron escudarse y contraatacar con su lazadores de rayos, pero los disparos eran tan potentes y precisos que ni siquiera sus gruesas armaduras podían detenerlos. Uno a uno, los guerreros beecham fueron cayendo, rodeados de charcos que habían formado con su propia sangre verdosa.

Al fin, el último alien se resguardó la espalda contra el flaco de su nave. Lanzó varias rágafas de rayos en todas direcciones, a ciegas, pero fue inútil. Un único disparo salido de las sombras impacto en el centro de la placa pectoral de su armadura y penetró en su pecho. Mientras en alien caía sentado sus ojos se fueron cerrando para no abrirse nunca más. Su última visión, borrosa y desdibujada, fue la de tres figuras que avanzaban hacia él vestidas con minifaldas a cuadros.