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Auténtico enamorado del teatro, como hombre de su época, Cervantes no es sólo el maestro inigualable de la novela, sino que también es un extraordinario dramaturgo, enormemente original e incansable experimentador. Obras teatrales cortas, de estética cómica, popular y costumbrista, los Entremeses de Cervantes están considerado (... leer texto completo en Descripción).
Estado de Conservación: 5/5 (Muy Bueno). Ver más detalles en Descripción.
Editorial Castalia, Madrid, 2012.ENTREMESES (Miguel De Cervantes) Castalia, 2012
Editorial Castalia, Madrid, 2012.208 páginas más cubiertas. Encuadernación: Rustica con solapas.
Dimensiones (Base x Altura x Grosor): 13X21X1,5 cm.
Peso: 230 gramos.
Deposito Legal: B. 12429-2012.
ISBN13: 9788497404532.
Auténtico enamorado del teatro, como hombre de su época, Cervantes no es sólo el maestro inigualable de la novela, sino que también es un extraordinario dramaturgo, enormemente original e incansable experimentador. Obras teatrales cortas, de estética cómica, popular y costumbrista, los Entremeses de Cervantes están considerados por la crítica moderna como modelos de verdad realista y dramática, como pequeñas obras maestras que ponen de manifiesto una nueva y penetrante actitud del artista ante la realidad y una voluntad de búsqueda y renovación de medios expresivos en el teatro de su época.
En esta edición, Andrés Amorós ha recogido los ocho entremeses publicados por Cervantes, respetando el orden tradicional de la edición, más dos de los tradicionalmente atribuidos: El Hospital de los podridos y Los habladores. Y los ha versionado todos ellos para acercarlos, aún más si cabe, a nuestra lengua actual.
Indice
Pág. 7.- Prólogo.
ENTREMESES.
Pág. 37.- El juez de los divorcios.
Pág. 49.- El rufián viudo, llamado Trampagos.
Pág. 65.- La elección de los alcaldes de Daganzo.
Pág. 81.- La guarda cuidadosa.
Pág. 101.- El vizcaíno fingido.
Pág. 121.- El retablo de las maravillas.
Pág. 137.- La cueva de Salamanca.
Pág. 155.- El viejo celoso.
Pág. 173.- El Hospital de los podridos.
Pág. 187.- Los habladores.