




¡OFERTA!
Por LEOPOLDO HUIDOBRO PARDO, (Abogado fiscal de la Audiencia de Madrid).
A MODO DE PROLOGO
Mi biografía, durante el tiempo que para mí ha durado la Revolución, ha sido en realidad vulgar y prosaica. Cualquiera otra más rica en accidentes, cualquiera otra más truculenta, más variada y movida que la mía. Y cualquier otro vecino de Madrid más cercano a la mu (... leer texto completo en Descripción).
Libro nuevo, sin uso, procedente de descatalogaciones, saldos editoriales y restos de stock.
Estado de Conservación: 4/5 (Bueno). Ver más detalles en Descripción.
Ediciones Españolas, Madrid, 1929.MEMORIAS DE UN FINLANDÉS (Leopoldo Huidobro Pardo) Españolas, 1929. INTONSO
Ediciones Españolas, Madrid, 1929.INTONSO.104 páginas más cubiertas. Encuadernación: Rustica.
Dimensiones (Base x Altura x Grosor): 13x19x1,1 cm.
Peso: 320 gramos.
Por LEOPOLDO HUIDOBRO PARDO, (Abogado fiscal de la Audiencia de Madrid).
A MODO DE PROLOGO
Mi biografía, durante el tiempo que para mí ha durado la Revolución, ha sido en realidad vulgar y prosaica. Cualquiera otra más rica en accidentes, cualquiera otra más truculenta, más variada y movida que la mía. Y cualquier otro vecino de Madrid más cercano a la muerte que yo, con haberlo estado yo mucho. Conozco a quien ha estado en la "tapia" para ser fusilado y que, por un capricho extraño de los llamados a fusilarle, ha vuelto a la vida. Conozco más: conozco a quien ha sido realmente fusilado y dejado en el campo como muerto, no estando más que herido, y ha llegado arrastrándose hasta el lugar donde restañaron sus heridas y le reintegraron al mundo.
Pero todos esos pertenecen al gremio de los resucitados o, acaso, al de los embusteros, y ni a una ni a otra casta pertenezco yo. Mi vida no ha sido extraordinaria, y mi relato ha de ser escrupulosamente veraz. Y, sin embargo, espero que el lector acoja con interés y hasta con emoción las páginas que siguen. Y es que todo ha sido extraordinario y truculento en esta etapa de la Historia de España que empezó el 18 de julio de 1936 y que nadie sospechó que durara tanto. Todo ha sido extraordinario y truculento para los desgraciados mortales a quienes cupo en suerte encontrarse el 18 de julio en la zona dominada por los rojos, y, sobre todo en Madrid, donde, sin género de duda, culminó la barbarie. Cualquier vecino de la antigua Corte, a poco destacado que hubiera sido como católico o como derechista, podría presentar, sin duda, un diario de aventuras como el mío. (...)
INDICE:
Pág. 5.- A MODO DE PROLOGO.
Pág. 9.- Capítulo primero. La bestia en la calle.
Pág. 14.- Capítulo II. La majestad de la sotana.
Pág. 24.- Capítulo III. El juez de Colmenar. Pesadillas y nervios.
Pág. 41.- Capítulo IV. El cordoncito milagroso.
Pág. 51.- Capítulo V. La cabeza de Gil Robles.
Pág. 62.- Capítulo VII. Mi primo “Petís".
Pág. 71.- Capítulo VII. Soledad.
Pág. 76.- Capítulo VIII. Carlos y Rafael.
Pág. 79.- Capítulo IX. Documentos macabros.
Pág. 82.- Capítulo X. Católicos y clericales.
Pág. 105.- Capítulo XI. El buen Samaritano.
Pág. 109.- Capítulo XII. Mi sobrino Pedruco.
Pág. 113.- Capítulo XIII. Un fiscal faccioso y un Albiñana ful.
Pág. 117.- Capítulo XIV. El timbre en la noche.
Pág. 119.- Capítulo XV. El viajante Alfredo y el Juzgado de guardia.
Pág. 123.- Capítulo XVI. Recibo un aviso.
Pág. 131.- Capítulo XVII. Por tierras de Finlandia.
Pág. 138.- Capítulo XVIII. “Lasciate ogni speranza”.
Pág. 147.- Capítulo XIX. En la mansión del dolor.
Pág. 173.- Capítulo XX. Aires de libertad.
Pág. 181.- Capítulo XXI. Mi doncella me mata.
Pág. 183.- Capítulo XXII. Carreras y sustos.
Pág. 187.- Capítulo XXIII. Nostalgias y morriñas.
Pág. 190.- Capítulo XXIV. La “Gaceta” me nombra.
Pág. 192.- Capítulo XXV. Me voy aclimatando.
Pág. 193.- Capítulo XXVI. Mi hijo me da un susto.
Pág. 194.- Capítulo XXVII. Por tierras de Noruega.
Pág. 204.- Capítulo XXVIII. Con la música a otra parte.
Pág. 205.- Capítulo XXIX. Cambia el clima de Noruega.
Pág. 210.- A MANERA DE EPILOGO.
Pág. 211.- Capítulo primero. Con un pie en el estribo.
Pág. 225.- Capítulo II. Un salto en el vacío.
Pág. 236.- Capítulo III. ¡Costas las de Levante!.
Pág. 261.- Capítulo IV. ¡Al fin te veo, Ebro famoso.
Pág. 276.- Capítulo V. ¡ Monsieur, monsieur!.
Pág. 284.- Capítulo VI. En Bilbao me ofrecen dinero.
Pág. 292.- Capitulo VII. Alcancé a ver la torre de mi aldea.
Pág. 296.- Epílogo.
Pág. 298.- Apéndice.