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Paco Rabanne es conocido en todo el mundo por ser uno de los creadores más innovadores de la alta costura. Paralelamente a su trabajo, ha dedicado buena parte de su vida al estudio de los textos sagrados de las diferentes religiones y de las grandes profecías de la histor (... leer texto completo en Descripción).
Libro nuevo, sin uso, procedente de descatalogaciones, saldos editoriales y restos de stock.
Estado de Conservación: 5/5 (Muy Bueno). Ver más detalles en Descripción.
Circe Ediciones, S.A., Barcelona, 1994.EL FIN DE LOS TIEMPOS (Paco Rabanne) Circe, 1994
Circe Ediciones, S.A., Barcelona, 1994.240 páginas más cubiertas. Encuadernación: Rustica con solapas.
Dimensiones (Base x Altura x Grosor): 13,5x21x1,5 cm.
Peso: 310 gramos.
Deposito Legal: B. 32146-1994.
ISBN13: 9788477650973.
Paco Rabanne es conocido en todo el mundo por ser uno de los creadores más innovadores de la alta costura. Paralelamente a su trabajo, ha dedicado buena parte de su vida al estudio de los textos sagrados de las diferentes religiones y de las grandes profecías de la historia.
En El fin de los tiempos, el autor lanza un mensaje urgente a la humanidad: si todo continúa como hasta ahora, el fin del mundo es inminente.
Contaminación, accidentes atómicos, conflictos étnicos y religiosos, abusos científicos y tecnológicos: éstos son los síntomas de un final que ya fue anunciado por todos los profetas. Desde Ezequiel a Nostradamus, desde las leyendas nórdicas a los textos sagrados hindúes pasando por el Corán, todos anunciaron el Apocalipsis. Víctima durante demasiado tiempo de los abusos del hombre, la Tierra se rebela y decide vengarse a través de los instrumentos a su alcance: seísmos, inundaciones, incendios...
Rabanne se declara heredero de los grandes profetas y se convierte en médium, un médium convencido de la existencia de otras vidas, que confiesa haber vivido en el tiempo de los faraones egipcios o antes del hundimiento de la Atlántida. Un médium que, en su última reencarnación, nos advierte sobre lo que puede ocurrir si el hombre no corrige su rumbo.